Ibernex, empresa perteneciente a Grupo Pikolin, es una compañía que diseña, desarrolla, fabrica e integra soluciones tecnológicas en el sector salud y hospitalario, adaptándonos completamente a las necesidades de cada proyecto. Además, contamos con más de 25 años de experiencia en el sector, pudiendo ofrecer soluciones de lo más innovadoras que responden a las necesidades de hoy en día.
Nuestro campo de actuación es tanto nacional como internacional, sobre todo Latinoamérica. Este hecho nos ha ayudado a que, aunque ha sido un año complicado debido a la situación sanitaria, nuestros resultados han sido muy buenos, ya que hemos podido ayudar a residencias de ancianos y hospitales en todo momento de la pandemia.
La situación que hemos vivido nos ha pillado a todos desprevenidos y, si algo ha quedado de manifiesto, es que debemos prepararnos mejor para atender a las personas más vulnerables, para que lo que ha pasado no vuelva a suceder. Por ello nos hemos replanteado el futuro de la tecnología sanitaria, haciendo evolucionar los clásicos hospitales y residencias a hospitales inteligentes y residencias conectadas.
El gran reto al que nos enfrentamos es, ¿cómo convertimos al paciente/residente en el centro del hospital/residencia?
Este paso se tiene que realizar mediante la digitalización y la automatización de los centros que permitirán redefinir las instalaciones de los hospitales y/o residencias en hospitales inteligentes y residencias conectadas.
Pero, ¿qué es un hospital inteligente? Es aquel hospital que usa la tecnología más innovadora para mejorar la atención y experiencia del paciente mientras se reducen costes. Estos hospitales permiten:
- Acompañar a los pacientes en su camino hacia la recuperación.
- Facilitar al personal sanitario el cuidado de los enfermos.
- Infraestructura inteligente que unifica la información a través de la integración.
- Optimiza el uso del equipo existente y lo completa con la última tecnología.
- Aumenta la seguridad de pacientes y personal.
Algo similar ocurre con las residencias, para posicionar al residente en el centro de la residencia, ésta tiene que estar conectada, es decir, tiene que dar servicios de cuidados no intrusivos a los residentes y que tiene que permitir anticiparnos a los problemas diarios a los que nos enfrentamos.
Antes del Covid-19, la digitalización de las residencias era un elemento diferenciador. A día de hoy, el uso de la tecnología es una necesidad para mejorar la capacidad de reacción y de gestión en las residencias, facilitando el trabajo de las personas que cuidan a los mayores.
Además, para garantizar la calidad de la atención y la seguridad de los residentes, familiares y personal asistencial, así como para evitar posibles rebrotes, tenemos que llevar a cabo buenas prácticas como:
- Monitorización de los residentes y la trazabilidad de sus movimientos, para definir los círculos de contacto.
- Potenciar la higiene. Gracias a la tecnología y a la digitalización podemos gestionar la higienización de las zonas en función del número de usos, e incluso acceder a centros o zonas evitando tocar superficies.
Unido a todo lo comentado hasta ahora surge la teleasistencia predictiva. Las nuevas tecnologías (inteligencia artificial, Big Data, realidad virtual, IoT, telemedicina) nos ayudan a que las personas mayores puedan permanecer más tiempo en sus casas. La solución pasa por plataformas que ayuden a la gestión y a predecir los comportamientos de las personas en sus entornos de confort, y así anticiparnos a sus necesidades.
En definitiva, de cara a 2021 tenemos muy buenas perspectivas, no solo para el presente año sino para los años siguientes, ya que los modelos de hospitales, residencias y servicios asistenciales en domicilios se están redefiniendo.
